Durante el siglo XX el plástico revolucionó al mundo, y de qué manera.
Echemos la vista atrás
El plástico se convirtió en un material omnipresente y lo podemos encontrar en todos lados, desde un simple chicle hasta en un sofisticado satélite.
Lamentablemente, el plástico es un material contaminante que tarda décadas o siglos en descomponerse y, por lo tanto, es malo para nuestro planeta.
Solo en las últimas décadas hemos comenzado a notar los efectos nocivos de este material en el medio ambiente, especialmente como principal causante de la contaminación del agua.
Datos de uso
Según el estudio llevado a cabo por la Universidad de California, desde principios de la década de los años 50 hasta 2015 se han producido 8.300 millones de toneladas métricas de plástico.
«Mil millones de elefantes, 80 millones de ballenas azules, 25.000 Empire State Building o 822.000 torres Eiffel es el peso equivalente a 8.300 millones de toneladas de plásticos que los humanos hemos fabricado desde el inicio de su producción masiva tras la Segunda Guerra Mundial».
Esta cifra corresponde a “un área del tamaño de Argentina hasta la altura del tobillo”
Sinc Roland Geyer, autor principal del trabajo publicado en Science Advances e investigador en la Universidad de California en Santa Bárbara (EE UU).
De estos 8.300 millones de toneladas de plásticos generados, los científicos que han hecho el estudio nos dicen que:
- 6.300 millones de toneladas son desechos.
- De ellos, solo el 9% ha sido reciclado.
- El 12% incinerado (por combustión o pirólisis, descomposición a altas temperaturas).
- Y un 79% se acumula en vertederos o en el medio natural.
Datos proporcionados por la Agencia SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas) , que es la agencia de noticias científicas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
¡Un verdadero desastre!
Todo parece indicar que en el siglo XXI ha llegado el momento de enfréntanos a las consecuencias del uso indiscriminado del plástico.
Además de contaminar los medios terrestres como residuos sólidos, los desechos plásticos representan el 80 % de los desechos marinos. Por tal motivo los plásticos son una gran fuente de contaminación del agua.
Además, los plásticos son una gran amenaza para la salud humana y animal, especialmente un tipo de plástico que es casi imperceptible: los microplásticos.
Solo el 9% de los residuos plásticos se recicla y la gran mayoría termina en vertederos y en el medio ambiente, donde se disgrega en micropartículas, contaminando el aire, el suelo y el agua.
Al final estas micropartículas son ingeridas por los animales y por los seres humanos.
¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son fragmentos microscópicos de material plástico que contaminan el medioambiente.
Si bien es cierto que no existe consenso mundial sobre qué tamaño deben tener los microplásticos, usualmente se dice que para ser considerados microplásticos los fragmentos deben tener un diámetro de menos de cinco milímetros.
¿De dónde provienen los microplásticos?
Los microplásticos son materiales creados por el ser humano y por lo tanto se originan de fuentes terrestres.
Sin embargo, la mayoría son desechados en diversos cuerpos de agua como ríos, lagos, mares, etc. que al final terminan contaminando el océano.
Otra forma en la que los plásticos incrementan la contaminación del agua es directamente en actividades marinas, por ejemplo, durante la pesca o las perforaciones en alta mar.
Tipos de microplásticos
Dependiendo de su origen, existen dos tipos de microplásticos:
Microplásticos primarios
Son las partículas o fibras plásticas microscópicas creadas por el hombre con la finalidad de servir como exfoliantes, abrasivos, aglutinantes o como microcomponentes de otros productos, que terminan siendo desechados directamente en el medioambiente.
Se encuentran mayoritariamente en forma de gránulos (microesferas) por lo que una vez se usan, se cuelan por el desagüe y debido a su pequeño tamaño, se pierden entre los filtros y no se tratan en las depuradoras.
Ejemplos: las partículas que están en los geles exfoliantes y las pastas de dientes.
Una fuente muy importante de microplásticos es la industria cosmética y la industria de la moda.
Microplásticos en la industria de la moda
El lavado de ropa sintética descarga entre medio millón y un millón de toneladas anuales de microfibras de plástico en las aguas residuales.
Las fibras textiles derivadas del petróleo son:
- Poliéster (la más utilizada)
- Nylon.
- Acrílico.
- Polipropileno.
- Elastano .
Se estima que entre el 15% y el 31% de los microplásticos en el océano son de origen primario.
Microplásticos secundarios
Se originan a partir de la degradación de plásticos de mayor tamaño, como bolsas, botellas o redes de pesca.
Se estima que estos representan entre el 69% y el 81% de microplásticos en el océano.
¿Por qué los microplásticos son tan contaminantes?
Esta es una de las preguntas más importantes que debemos responder, cómo afectan al medioambiente, y la respuesta tiene que ver con la complejidad de los ecosistemas marinos y la capacidad de los microplásticos de transportarse a lo largo de las columnas de agua.
Una columna de agua es una columna conceptual de agua desde la superficie hasta los sedimentos del fondo.
El tamaño microscópico de estos fragmentos de plástico y su amplia distribución en los océanos hace que estén fácilmente disponibles para ser ingeridos por una gran variedad de especies marinas.
Estas especies no pueden digerir los microplásticos, así que se acumulan dentro de estas especies, lo que provoca efectos adversos en su salud, que conllevan eventualmente a la muerte del animal.
Además, muchos microplásticos tienen la capacidad de adherirse a ciertos contaminantes hidrófobos que son nocivos para la vida marina circundante.
Si no existieran los microplásticos en el océano, los materiales hidrófobos (como el petróleo) permanecerían en la superficie del océano, sin embargo, los microplásticos se adhieren a estos materiales y luego se mueven por la columna de agua sirviendo como vehículos, que transfieren indirectamente estos contaminantes a toda la cadena alimentaria.
Según datos de Naciones Unidas, uno de cada seis peces que consumimos contiene microplásticos en su organismo que una vez ingerimos se introducen en nuestro metabolismo.
Por tales motivos, la existencia de microplásticos en el océano se considera un grave problema de contaminación del agua.
Para abordar este grave problema de la contaminación por microplásticos en el ecosistema marino, se deben formular políticas y reglas muy claras.
Para evitar futuras amenazas, es importante reemplazar el plástico con materiales ecológicos alternativos, trabajando la economía circular y concienciando a la población de reducir su uso.
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