Los microplásticos en el océano no solo contaminan el agua, también dañan los ecosistemas marinos y matan a numerosas especies.
El manejo de los microplásticos se ha convertido en uno de los problemas más complejos que deberá resolver la humanidad en las próximas décadas.
Además, algunos estudios recientes han encontrado evidencias de que su presencia en el océano puede, incluso, afectar nuestra salud, ya que nosotros consumimos muchas especies marinas contaminadas con microplásticos.
Evitar su uso es el primer paso para comenzar a reducir la contaminación por microplásticos.
La Unión Europea aprobó una resolución que eliminará 36 mil toneladas de microplásticos añadidos intencionalmente a diversos productos como pastas de dientes, cosméticos y geles, pero todavía existen muchos más productos que los contienen o que se degradan hasta convertirse en microplásticos.
Cómo podemos siendo consumidores colaborar con esta causa
Los consumidores, si nos ofrecen opciones, podemos colaborar de una forma muy efectiva para evitar esta clase de contaminación.
Eligiendo productos que no contengan microplásticos.
Pero para hacerlo primero debemos saber qué productos contienen microplásticos (o se convierten en microplásticos).
Productos que contienen microplásticos
Vamos a dar una lista de alguno de ellos y es muy probable los utilices con regularidad.
Bolsitas de infusiones
El té y las infusiones son sumamente saludables, sin embargo, las bolsitas donde vienen suelen estar hechas de materiales como papel, fibra de bambú, polipropileno o incluso nylon.
Estos últimos dos materiales se degradan y convierten en microplásticos con facilidad.
Mientras que las bolsas de papel y fibra de bambú son selladas con pegamentos plásticos que terminan convirtiéndose en microplásticos.
La mejor forma de consumir té es comprar las hojas sueltas y tener tu propio infusor de acero inoxidable.
Chicles
Algunos están hechos de gomas naturales pero la mayoría contienen plásticos como el acetato polivinílico o polietileno.
Una vez masticados se degradan fácilmente en el medioambiente formando micro fragmentos de plástico, que terminan contaminando el agua y el suelo.
Eso sin mencionar que muchos animales como las aves suelen consumirlos y morir.
Lo mejor es evitar comprar este tipo de productos o sustituirlo por alternativas naturales libres de plástico.
Recibos de la compra y de los cajeros
Se ven inofensivos, son insignificantes y están en todos lados.
Los recibos de compras están hechos de papel térmico con una capa de BPA, es decir plástico, que no es reciclable.
Una vez expuestos al medioambiente los recibos se rompen y el papel se degrada fácilmente dejando solo microplásticos de BPA altamente contaminante de las aguas y el suelo.
Evitar estos recibos es difícil porque su uso está muy extendido.
Una forma de evitarlo es preferir los recibos o tickets digitales y rechazar los de papel.
Ropa sintética
La industria del fast fashion y la ropa confeccionada con materiales como el poliéster, nylon, acrílico son una de las fuentes de microplásticos más grande que existe.
Cada vez que lavamos estas prendas se desprenden fibras sintéticas que se convierten en microplásticos al degradarse.
Una vez en el agua, las microfibras son casi imposibles de filtrar debido a su escaso tamaño.
Estudios recientes han demostrado que estas fibras se encuentran en el agua del grifo en muchos países.
Los neumáticos
Están fabricados con caucho y plástico, específicamente estireno butadieno.
El calor, la presión y la fricción a la que están sometidos durante la conducción hace que se desgasten formando un polvo plástico que se expulsa directamente al medioambiente.
Solo en Reino Unido se estima que los vehículos generan 63 mil toneladas de polvo plástico anuales.
Este tipo de microplásticos no solo contribuye a la contaminación del agua, también contamina el aire disminuyendo la calidad del mismo.
Pelotas de tenis
Son aparentemente inofensivas, pero su capa exterior difusa está hecha de PET (tereftalato de polietileno), el mismo material que se usa para fabricar botellas de leche de plástico.
Al igual que los neumáticos, este plástico se desgasta con el uso y se convierte en polvo de PET altamente contaminante.
Colillas de cigarrillos
Los cigarrillos son malos para la salud y también para el medio ambiente.
Los filtros de los cigarrillos están hechos de acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que puede pasar cientos de años sin degradarse.
Los filtros usados acumulan altos niveles de toxinas, como la nicotina, que al degradarse se convierten en microfibras tóxicas.
Las colillas de cigarrillos son uno de los contaminantes más comunes y a la vez más tóxicos de los océanos.
Purpurina, Brillantina o Glitter
La brillantina se puede encontrar en muchos productos: se utilizan en manualidades, cosméticos, tarjetas de Navidad y ropa.
La mayoría de estas micropartículas brillantes están hechas de aluminio recubierto con una película de PET (tereftalato de polietileno) o cloruro de polivinilo (PVC).
La mayoría de la purpurina no es reciclable y es muy difícil de desechar, aun mas de filtrar. Por lo que una vez en el agua contamina nuestros océanos.
Actualmente, están surgiendo opciones orgánicas y amigables con el ambiente hechas con celulosa biodegradable.
Otros productos que los contienen
Y hay muchos más, porque debido a su carácter abrasivo, se han utilizado para quitar la suciedad de la ropa, de los platos, de la piel, de los dientes, etc.
Se emplean, de forma habitual, en la elaboración de:
- Pastas de dientes.
- Geles de baño.
- Exfoliantes.
- Detergentes.
- Protectores solares.
- Champús.
- Fibras de ropa sintética y elástica (nylon, poliéster, acrílico).
- Jabones.
- Maquillaje: bases, labiales, delineadores de ojos, rubor, correctores, máscaras para pestañas.
- Cremas para el cuerpo.
- Pinturas y productos de recubrimiento.
También se usan para dar rigidez, dureza y color a otros productos plásticos, como:
- Bolsas y botellas de plástico.
- Envases.
- Vajillas, bandejas y cubiertos.
- Juguetes.
- Bolígrafos.
- Redes pesqueras, jaulas y boyas.
- Embalajes.
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