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¡Cuidar el agua es cuidar la vida en la Tierra!

El agua es parte esencial de la vida, todos los seres vivos de este planeta necesitan agua para sobrevivir.

Es evidente que el agua es un elemento abundante en la Tierra, de hecho, la superficie de la Tierra es en un 70% agua, sin embargo, solo un 4% de agua es dulce y un porcentaje aún menor es potable, es decir, apta para el consumo humano.

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Para nosotros como especie esto es muy importante, ya que nuestra supervivencia depende de que las futuras generaciones tengan acceso a fuentes de agua, limpia, potable y no contaminada.

En otras palabras:

Cuidar el agua es cuidar nuestra supervivencia como especie.

El agua es salud

Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo y uso de agua contaminada constituye un 80% de las enfermedades infecciosas y parasitarias gastrointestinales y una tercera parte de las muertes causadas por éstas.

El agua se acaba

Siempre nos han dicho que el agua es un recurso renovable, sin embargo, el agua destinada a consumo humano es escasa.

La escasez del agua es un problema que afecta de manera más grave a los países más pobres.

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Sin embargo, en los países desarrollados hay casos de escasez de agua, como por ejemplo en Sídney y Houston, que tienen serios problemas de disponibilidad de agua dulce para consumo doméstico.

El agua causa migraciones

Se estima que la cantidad de personas afectadas por la escasez del agua alcance los 2.000 millones de personas en las próximas décadas.

Muchas de estas personas (que no tienen acceso a un mínimo de agua), van a migrar de sus países a otras zonas con mayores recursos y esto puede traer consigo inestabilidad política y económica en dichas zonas.

Cuidemos el agua para cuidar la vida

Por estas razones es necesario, tomar medidas para cuidar el agua.

En principio, lo mejor que podemos hacer es reducir nuestro consumo de agua, haciendo un uso racional y responsable de este preciado recurso.

Esto pasa por tomar pequeñas decisiones en nuestra vida diaria que impliquen un menor consumo de agua como, por ejemplo, tomar duchas más cortas, lavar nuestro coche en lavaderos ecológicos (o hacerlo manualmente con la ayuda de un cubo), asegurarse de que nuestros grifos no tengan fugas, entre otros.  

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En segundo lugar, es recomendable evitar contaminar las fuentes de agua directa o indirectamente.

Muchas veces la manera en que nos deshacemos de nuestros desperdicios termina contaminando fuentes de agua. Un ejemplo de esto es con las baterías, considera que una sola pila alcalina puede llegar a contaminar 167 mil litros de agua.  

Otra alternativa es reutilizar el agua siempre que sea posible, por ejemplo, utilizar el agua de la lluvia para regar las plantas de interior, …

Si quieres saber más, aquí tienes 19 iniciativas para cuidar el agua.

En definitiva, todas las medidas que se puedan tomar para asegurarnos de cuidar el agua son valiosas y necesarias, comenzando por ser conscientes de la situación y convertirnos en ciudadanos responsables con el medio ambiente.

Esto nos permitirá dejarles un futuro mejor a las próximas generaciones.

¡Recuerda que el agua es vida!

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